“¿Quién no recuerda el clásico #peinado de las mujeres #egipcias de los grabados que han llegado hasta la época actual? Melenitas completamente lisas, color negro azabache y decorado con finas diademas o con hilos de piedrecitas brillantes o de colores. Los sacerdotes de determinadas castas podían raparse completamente el pelo o, por el contrario, dedicarse a cultivar largas y cuidadas melenas. Así pues, podían diferenciarse los oficiantes del culto a uno u otro dios, entre otros detalles, por la clase de peinado o peluca utilizados. La elaboradísima cultura egipcia fue de las primeras en considerar el #cabello un elemento fundamental de la belleza física y lo trataba ya con funciones estéticas, a pesar de que, como hemos comentado, tuviera también usos sociales y religiosos. #Pelucas y #tintes se consideran inventos pertenecientes a la cultura de las pirámides, y es a ellos a quien se debe la utilidad de la henna en coloración capilar, usada todavía hoy para obtener tonos rojizos y caobas”.

Fuente monografias.com